“¿Por qué haces dashes?”
Es una pregunta que reciben muchos Dashers experimentados, y sus respuestas son siempre excepcionalmente personales e inspiradoras. A veces, es por la flexibilidad de trabajar según su propio horario. Otras veces, es porque sus ganancias les permiten centrarse en otros proyectos apasionantes y actividades creativas y empresariales.
Cindy C. es una Dasher que no solo lleva comidas a diferentes hogares de su ciudad natal de Brooklyn, Nueva York: también imparte programas de alfabetización y mentorías que cambian la vida a mujeres y jóvenes en comunidades marginadas. Ahora está cursando una maestría en Trabajo Social en la Universidad de Columbia para poder ampliar su impacto.
Por qué me parece importante la educación superior
Hace algunos años, cuando recibí la carta de aceptación para cursar estudios de posgrado en la Universidad de Columbia, no pude evitar remontarme en el tiempo y pensar en cómo comenzó mi recorrido cuando era una pequeña niña en un pequeño pueblo guyanés, que apenas sabía leer y no contaba con las herramientas para aprobar los exámenes del Consejo de Exámenes del Caribe. Decidida a superarme, me dediqué a la educación y la alfabetización, y descubrí lo transformadoras que podían ser. Pude dar un giro a mi vida y, más adelante, me mudé a Nueva York y conseguí mi licenciatura en Psicología. Siempre mantuve mi objetivo de desarrollar programas y servicios para niños que sufren la misma pobreza sistemática y falta de oportunidades que enfrenté cuando era más joven.
Desde trabajar como voluntaria para UNICEF y Children of Promise hasta ser seleccionada como mentora para America Needs You, me enorgullece el hecho de que siempre he tenido objetivos claros, pero 2019 fue un año muy importante para mí porque fundé Kupanda Sisters, mi propia organización sin fines de lucro que empodera a las mujeres y los niños. A partir de ahí, el siguiente paso lógico como defensora de la educación era continuar mis propios estudios con una maestría en Trabajo Social, pero el camino estaba lejos de ser sencillo.
Hacer dashes para superar los obstáculos
Mientras Kupanda Sisters entraba en ritmo, la pandemia mundial cerró todo, incluido mi financiamiento. En ese momento, no sabía cómo se suponía que debía equilibrar el hecho de ganarme la vida, encontrar apoyo económico para mi organización sin fines de lucro y administrar las necesidades diarias de la organización. Luego, una soleada tarde de sábado, estaba esperando a una amiga en el auto y se me cruzó por la cabeza la idea de repartir entregas. Antes de la pandemia, siempre había estado demasiado ocupada como para probarlo, pero ahora tenía la posibilidad de hacerlo, y opté por DoorDash. Resultó ser una decisión inteligente por cuatro motivos en particular.
1. El proceso de incorporación fue muy sencillo
No hubo barreras que me impidieran registrarme para convertirme en Dasher. Simplemente subí los documentos necesarios y me aprobaron bastante rápido. De repente formar parte de una plataforma de la que había oído hablar mucho, en cierto modo, fue como un sueño.
2. Ganar dinero fue fácil
Luego de obtener acceso a la aplicación Dasher de DoorDash, comencé a explorar las funciones de la aplicación y ¡acepté una entrega en Queens por accidente! No tenía idea de a dónde iba, pero decidí tomarlo como una prueba: retiraría la comida del restaurante y se la entregaría al cliente. Mi primer dash, con propina incluida, me hizo ganar $20 en 15 minutos y me motivó para seguir haciendo dashes como trabajo secundario.
3. Podía trabajar cuando quería
La flexibilidad que ofrece hacer dashes realmente me atraía mucho. Programar mis propios horarios fue muy conveniente mientras también me ocupaba de mi organización sin fines de lucro.
4. Había tiempo para la reflexión
Hacer dashes me ayudó a evitar el cierre de Kupanda Sisters y, por lo tanto, me ayudó a mantenerme alineada con mis objetivos personales y profesionales más importantes. Para mí, la posibilidad de ser productiva durante un momento estresante e inestable fue importante, y esas horas que pasé conduciendo en tranquilidad me permitieron reconectarme conmigo misma y con mis prioridades durante los momentos difíciles.
Comenzar mis estudios de posgrado
Tras haber sostenido las iniciativas de mi organización sin fines de lucro durante 2020, me puse el objetivo de comenzar una maestría en Trabajo Social en 2021 y presenté una solicitud en la Silver School of Social Work de la Universidad de Nueva York y en la Silberman School of Social Work de Hunter College. Si bien la Universidad de Nueva York aceptó mi solicitud, el hecho de que la Silberman School me rechazara me quitó confianza. La noche anterior a enterarme de esto, me volví a sentir como aquella pequeña niña que reprobaba los exámenes, pero luego pensé en los semestres en Borough of Manhattan Community College como nueva estudiante de grado y su lema sonaba en mi cabeza como una vieja canción favorita: “Comienza aquí y llega a cualquier lugar”.
Pronto, estaba recordando el momento en que visité la Universidad de Columbia con una amiga que estudiaba allí (me ayudaba a escabullirme en la biblioteca porque no tenía una identificación de estudiante propia) y me sentí tan cautivada por los majestuosos edificios y el césped inmaculado del campus. En ese momento, no sentía que pertenecía a ese lugar, pero desde entonces han cambiado muchas cosas. He trabajado incansablemente para defender la alfabetización y la igualdad, y he demostrado que tenía lo necesario para estudiar en una institución prestigiosa.
Por lo tanto, presenté una solicitud para un programa de posgrado y no solo me aceptaron, ¡sino también recibí diversas becas para cubrir el costo de la matrícula! Y todo fue posible porque pude hacer que mi organización sin fines de lucro prosperara mientras me mantenía y programaba mis propios horarios. Cuando se trata de encontrar trabajo para estudiantes de posgrado o ganar ingresos adicionales para complementar los estipendios de un estudiante de posgrado, el trabajo flexible, como hacer dashes, no tiene precio.
Qué se necesita para ser fundadora de una organización sin fines de lucro exitosa
Cumplir tus sueños mientras te ganas la vida puede representar un desafío. Es posible que un horario de trabajo tradicional no te deje suficiente tiempo ni energía para dedicarle a tus pasiones o que puedas encontrar resistencia de amigos o familiares que tal vez no comprenden o no apoyan tu deseo de hacer algo poco convencional. Esto definitivamente puede perjudicar tu motivación. Mi recomendación para superar estos desafíos se centra en torno a tres consejos principales.
1. Establece objetivos que se puedan lograr
Explora tus pasiones y, cuando descubras lo que realmente te gusta, identifica oportunidades para generar ingresos a través de iniciativas con o sin fines de lucro. A partir de ahí, crea objetivos a corto y largo plazo que puedan generar resultados tangibles: establecer tareas factibles para cada objetivo puede ayudar a que el proceso sea más sencillo y menos abrumador.
2. Nutre tu red
Construye puentes con personas que tengan intereses similares en tu industria y rodéate de personas que quieran verte tener éxito. Las conferencias, los eventos para establecer conexiones y las comunidades en línea proporcionan oportunidades para crear conexiones profesionales y pueden dar lugar a colaboraciones, asociaciones y posibles fuentes de ingreso.
3. Sé un estudiante toda la vida
Nunca dejes de buscar oportunidades de cultivar conocimientos y habilidades nuevos, ¡y adopta una mentalidad de aprendizaje continuo! Te recomiendo inscribirte en cursos o talleres que puedan aumentar tu experiencia, así como buscar oportunidades de mentorías con personas que admiras.
Mi consejo para los Dashers
Nada que valga la pena hacer es fácil y mi consejo para otros Dashers es que estén preparados para contratiempos y posibles desilusiones en la vida. Pero recuerda que los desafíos son oportunidades de aprendizaje y, mientras sigas siendo resiliente, decidido y versátil, los podrás conquistar.
Cuando no sabía si mi organización sin fines de lucro sobreviviría, hacer dashes me brindó la flexibilidad, la estabilidad y la autonomía que necesitaba para sacar adelante mi organización en los momentos difíciles. Ahora me queda menos de un año para graduarme de la maestría en Trabajo Social de la Universidad de Columbia. Pronto comenzaré a trabajar en una autobiografía y aún sigo firme en la lucha por la justicia social con mi equipo de Kupanda Sisters. “Kupanda” es una palabra en swahili que se traduce como “crecer” o “escalar” y, desde allí, en todas las direcciones. Kupanda Sisters: ¡crecemos juntos!
Obtén más información sobre la organización sin fines de lucro de Cindy, Kupanda Sisters, aquí.
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